lunes, 6 de abril de 2009

El asesinato de Miguel Ángel Blanco


El secuestro y asesinato de un concejal del PP en Ermua (Vizcaya), con 29 años, conmocionó a todo el país e hizo que todos los españoles saliéramos a la calle, en enormes manifestaciones, para demostrar nuestra repulsa y nuestro odio a los asesinos sin escrúpulos que quieren implantar el terror en España, hablamos, como no, de la banda terrorista ETA.

Miguel Ángel Blanco Garrido había nacido en Ermua el 13 de mayo de 1968 en Ermua, un pueblo de unos 16.000 habitantes en Vizcaya, en la frontera con Guipuzcoa (País Vasco). Miguel Ángel, desde 1995 era concejal por el Partido Popular en el ayuntamiento de ese municipio.

Tan sólo 9 días después de que la Guardia Civil pusiera en libertad, al funcionario de prisiones, Ortega Lara, enterrado en un Zulu durante más de 500 días, el jueves, 10 de julio de 1997, dos asesinos, Txapote y Amaia, secuestraron, a las tres de la tarde, a Miguel Ángel Blanco cuando este se dirigía a su lugar de trabajo, en Eibar. Miguel fue abordado en el apeadero de la estación ferroviaria de Ermua, y a punta de pistola le obligaron a subirse en un coche.

A las 17.30 horas de la tarde de ese día, un comunicado anónimo al periódico Egin informó del secuestro del concejal, y a su vez informó también del precio de la vida de Miguel Ángel: el acercamiento de los presos de ETA a las cárceles del País Vasco, y el plazo para hacer efectivo este precio, 48 horas. El gobierno de José María Aznar tenía hasta las 16.00 horas de la tarde del 12 de julio para reagrupar a los etarras en las cárceles vascas.

Mientras Miguel Ángel Blanco era torturado por sus captores, el pueblo español se movilizó. Todos los españoles salieron a la calle para pedir la inmediata liberación del edil. Grandes manifestaciones, mareas de personas invadían las calles de las ciudades exigiendo la libertad de este hombre. Al unísono, las campanas de todas las iglesias españolas tocaban por la vida de este joven. En Bilbao no quedó una sola persona en su casa, todos salieron de manera espontánea a la calle, para mostrar así su apoyo al concejal y su respulsa a los asesinos etarras. Pero todo fue en vano, esos asesinos no tuvieron la más mínima compasión.

El sábado 12 de julio de 1997, a las 16:00 horas, los españoles unidos delante de sus ayuntamientos, en cualquier rincón de España, quedaban mudos, esperando noticias de Miguel Ángel. Todos los españoles, vascos, catalanes, asturianos, andaluces, gallegos, madrileños, castellanos, leones,… todos, esperaban la liberación de Miguel.

A las 17:50 horas, tan sólo una hora y cincuenta minutos después de que se acabara el plazo, se encontraba el cuerpo, aún con vida, del concejal tirado en el suelo boca abajo, con dos tiros en la cabeza, en un bosque cercano a Eibar. Tenía las manos atadas delante con un alambre. Le habían disparado a las 16:50, tan sólo 50 minutos después de cumplirse el ultimátum, con una pistola Beretta del calibre 22 con silenciador.

Rápidamente, el herido de muerte, fue trasladado al hospital, pero sus heridas eran incompatibles con la vida, y a las 4:30 de la madrugada del 13 de julio de 1997, el concejal de 29 años murió.

Este secuestro y asesinato cobarde sirvió para que todo el pueblo español se uniera, saliera a la calle en enormes manifestaciones, no para exigir al gobierno que hiciera caso a los terroristas, sino para exigir a los terroristas que fueran personas, pero no lo fueron.

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