Accidente aereo de un Boeing 727 y un DC-9

El 7 de diciembre de 1983 a las 9.50, en el aeropuerto de Barajas (Madrid), había nieblacon una visibilidad de unos 200 metros. Un Boeing 727 de la compañía española Iberia habia sido autorizado a despegar por la pista 01, que tiene una longitud total de 3.700 metros. El DC-9, de Aviaco, había sido autorizado a desplazarse por la pista de rodaje que está paralela a la pista de despegue y aterrizaje.

El comandante del DC-9 se confundió de pista, en vez de entrar en la pista de rodaje entró en la de despegue-aterrizaje. A la vez, el Boeing de Iberia hacia el despegue, cuando llevaba 1.000 metros rodados se dió cuenta que en frente venía un avión, el comandante de Iberia giró el avión hacia la derecha, pero fue insuficiente, el ala izquierda y parte del fusilaje cocharon contra el DC-9 que quedó pulverizado. Tras el choque, los dos aviones comenzaron a arder. Los pasajeros que viajaban en la parte delantera del avión y la tripulación del Boeing 727 lograrón salvarse saltando por la ventanilla derecha de la cabina.

Los fallecidos fueron los siguientes: de la aeronave Mcdonnell Douglas DC-9, murieron las 5 tripulantes y los 37 pasajeros, no hubo supervivientes. En el Boeing 727 50 pasajeros murieron y 1 miembro de la tripulación, 30 heridos graves (4 de tripulación) y 12 heridos leves (4 de tripulación). El resultado final fueron 93 muertos en total y 42 supervivientes, todos ellos del boeing 727.