GOTA FRÍA EN BILBAO

La gota fría se produce cuando las aguas marinas están mucho más calientes en comparación con las tierras continentales, estas se evaporan mucho más rápido y generan una inestabilidad atmosférica, que se traducen en unas precipitaciones muy intensas. Su intensidad puede ser desoladora, produciéndose una sucesión de tormentas sin descanso entre ellas, con violentos vientos.

Es decir, la gota fría es una masa de aire caliente que se eleva a gran altura produciéndose su rápido enfriamiento originando lluvias intensas con grandes tormentas eléctricas, granizo y vientos huracanados. Es un fenómeno de alta peligrosidad, pudiendo llegar a causar severas inundaciones. Además perturba al mar, produciéndose marejadas importantes, con olas que superan los 5 metros de altura y con una gran potencia.

Esto pasó en Guipúzcoa el 26 de agosto de 1983, también afectó a otras zonas pero en menor medida. El aguacero comenzó de madrugada. La lluvia continuada hizo que los ríos se desbordaran sobre las 5.00 de la mañana. Sus aguas llevaban todo tipo de objetos que tapaban puentes. La mayoría de las localidades guipuzcoanas se encontraban aisladas.

Todas las carreteras se encontraban inundadas y obstaculizadas. El agua derribó tendidos eléctricos y telefónicos, incluso algunas poblaciones carecían de agua potable también. La riada rompió puentes, levantó carreteras y destrozó, parcialmente, algunos edificios, pero sin lograr amenazar con la rotura de las presas (como pasó en la pantanada de Tous).

Los equipos de salvamento accedían a las zonas afectadas, por carretera pero en lancha, en algunas poblaciones el nivel del agua se situaba a 2 metros. A partir de las 17.00 horas los niveles de las aguas empezaron el descenso.

A partir de las 7 de la tarde, coincidiendo con la pleamar en la desembocadura del Nervión, la ría comenzaba a desbordarse. El río Nervión por el paso de otras localidades también empezaba a desbordarse, el agua alcanzaba una altura de medio metro.

Murieron 31 personas