El 20 de agosto de 2008, el vuelo Jkk-5022, vuelo regular de la compañia Spanair, se disponia a despegar desde el aeropuerto de Barajas en Madrid, al aeropuerto de Gran Canaria. La aeronave era un Mcdonnell Douglas DC-9-82, con matrícula EC-HFP.
Comenzó con toda normalidad el despegue, recorrió un longitud de casi 2 km, la aeronave consiguió elevarse a una altura de 40 pies y cayó al suelo. El avión se desplazó por el suelo casi 500 m hasta llegar al extremo de la pista y finalmente cayó por un terraplén. El avión se incendió.
A bordo viajaban 172 personas. 6 de ellos eran tripulantes que fallecieron junto a 148 pasajeros. 18 resultaron heridos.
Las causas del accidente se suponen que fueron un error mecánico
domingo, 15 de marzo de 2009
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